Revista Ciencias Sociales y Económicas Vol. 8 Núm 1, 2024 | e-ISSN 2588 - 0594 - ISSN 2588 - 0586 https://revistas.uteq.edu.ec/index.php/csye
Resumen
La violencia ha sido un desafío que la humanidad ha
enfrentado durante siglos, lo que ha dado lugar a una
serie de estudios en busca de descifrar sus causas y
proponer soluciones. En términos generales se sabe de
la docilidad del vencido y la inuencia de los imperios
de turno para abrirle espacios a los violentos. A pesar
de este panorama, las urbes siguen apostando su
crecimiento de cara al futuro, pero si la violencia no se
logra controlar será difícil que la aspiración se convierta
en alternativa para promover el empleo; sin embargo,
queda la opción de la empresa privada, quien con la
inversión de capital pudiera aportar en la solución. El
objetivo de este trabajo es analizar el impacto de la
violencia social en áreas urbanas con actividad turística.
Metodológicamente se abordó como una investigación
analítica aanzada en la consulta de 34 publicaciones
cientícas que ponen el foco en el tema estudiado. Se
concluye que es urgente cambiar la percepción actual
de inseguridad en las ciudades que actúan como destino
turístico, de no ser así, se comprometería el progreso
y la convivencia social, y prevalecería la acción de
quienes hacen el mal sobre los ciudadanos de bien.
Palabras clave: estado, desarrollo, sociedad, turismo,
violencia.
Abstract
Violence is a problem that humanity has dealt with
for centuries, hence a series of studies have emerged
that try to decipher the causes and propose solutions to
this phenomenon. In general terms, it is known of the
docility of the defeated and the inuence of the empires
of the day to open spaces conducive to the action of
the violent. Despite this panorama, cities continue to
bet their growth for the future, but if this phenomenon
is not controlled, it will be dicult for the aspiration
to become development to promote employment,
however, there is the option of private enterprise, who
with the investment of its capital could contribute
to the solution. In view of this, the objective of this
paper is to reect on the impact of social violence in
urban areas. From the methodological point of view,
it was approached as analytic research consolidated
in 34 scientic publications that deal with the subject
in question from dierent perspectives. It concludes
by pointing out that it is urgent to change the current
perception of insecurity in the most aected cities;
otherwise, progress and social coexistence would be
compromised, and the action of those who do evil
would prevail over good citizens.
Keywords: state, development, society, tourism,
violence.
Recibido: 20/06/2023 | Aceptado: 03/09/2023 | Publicado: 20/01/2024
https://doi.org/ 10.18779/csye.v8i1.691 | Páginas 13-22
Algunas consideraciones acerca del impacto de la violencia
social en áreas urbanas con actividad turística
(Some considerations about the impact of social violence in urban areas with
tourist activity)
Dolores Katherine Alcívar Zambrano
1
. kalcivarz@yahoo.com https://orcid.org/0000-0001-5165-8126
Diana Patricia Gallardo Dueñas
2
. pattygd2002@gmail.com https://orcid.org/0000-0001-7016-0702
Carmen Inés Mora Pisco
3
. carmen.mora@uleam.edu.ec https://orcid.org/0000-0001-9282-6106
Mauricio Arturo Becerra Ávila
3
. mabecs.a@hotmail.com https://orcid.org/0000-0002-3826-2626
1
Universidad San Gregorio de Portoviejo.
2
Universidad Zulia.
3
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
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Alcívar et al., 2024
Introducción
Es preocupante para una ciudad experimentar
delincuencia con índices de violencia que
sobrepasan los niveles de tolerancia y afectan
a la sociedad y su economía. Desde esta
perspectiva, diversos autores coinciden que
la violencia surge por causas culturales y
estructurales (Ciapessoni, 2019; Saldaña y
Gorjón, 2020).
El origen de la violencia está vinculado a
factores como la discriminación, la falta de
educación y de oportunidades, la pobreza,
el desempleo, la inequidad y la exclusión
social (Ortega, 2021); todas, en su conjunto,
contribuyen a generar un ambiente propicio
para que este mal se constituya en un elemento
que vulnere la integridad de las personas, con
consecuencias negativas para el desarrollo,
principalmente en las ciudades (Lozano,
2016).
En la actualidad, la mayoría de las ciudades
condenan enérgicamente las manifestaciones
de violencia, a pesar de algunas posturas que
intentan justicarla (Basaure, 2020). Incluso,
hay sociedades que llegan a considerar la
violencia con cierto grado de aceptación,
especialmente cuando está asociada a la
política, lo que crea un ambiente propicio para
acciones perjudiciales que, además, benecian
económicamente a determinados grupos.
Uno de los sectores y espacios más
afectados como consecuencia de la violencia
es el turismo que se lleva a cabo en áreas
urbanas (Henrique y González, 2020), por
tal razón, es objeto de análisis a lo largo de
este documento, del cual se espera sea una
contribución para ayudar al entendimiento de
aquel fenómeno, y a su vez, despierte interés
por el desarrollo de nuevas investigaciones
que contribuyan al conocimiento profundo
del tema, y consecuentemente, a ofrecer
información para la toma de decisiones en
esta materia.
Este texto analiza el impacto de la
violencia social en áreas urbanas con
actividad turística, y se abordan las causas
culturales y estructurales de la misma, como
discriminación, falta de educación, pobreza
y exclusión social. También, por un lado, se
menciona la condena generalizada hacia la
violencia, y por otro, ciertas aceptaciones
ligadas a la política. Se enfoca especialmente
en ciudades con actividad turística afectadas
por la violencia. Este documento busca
contribuir al entendimiento del fenómeno y
fomentar nuevas investigaciones para tomar
decisiones informadas en esta materia.
Metodología
La investigación adopta un enfoque analítico
para examinar diversos aspectos relacionados
con la violencia social a través de la revisión
exhaustiva de publicaciones cientícas que
abordan este tema con interés.
Esta modalidad de investigación es
ampliamente reconocida en el ámbito de las
ciencias sociales, ya que combina la solidez
del método cientíco con el uso de procesos
formales enfocados en la resolución de
diversos problemas. Según Arias (2006) este
tipo de investigación se enfoca en caracterizar
un hecho, fenómeno, individuo o grupo
con el objetivo de establecer su estructura
o comportamiento, siendo en este caso la
violencia social.
La escritura del presente documento se basó
en criterios de inclusión y exclusión de las
publicaciones consultadas. De esta manera, las
ideas analizadas se sustentan en bibliografía
conable, incluyendo citas de artículos en
revistas cientícas, reportes, libros, capítulos
de libro e informes de organismos nacionales
e internacionales. Además, se seleccionaron
únicamente publicaciones alojadas en motores
de búsqueda y bases de datos conables como
Dialnet, Google Académico, Scielo y Redalyc;
excluyendo aquellas que, aunque tratan el
tema, no forman parte de ninguna base de
datos o indexación reconocida. También se
emplearon palabras clave relacionadas con el
tópico en estudio: estado, desarrollo, sociedad,
turismo, violencia.
Se seleccionó bibliografía de publicación
reciente, en su mayoría con no más de diez
años de antigüedad, para asegurar la inclusión
de investigaciones actualizadas y relevantes
que reejen la evolución y perspectivas más
recientes sobre el impacto de la violencia en
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Algunas consideraciones acerca del impacto de la violencia social en áreas urbanas con actividad turística
áreas urbanas turísticas.
Estas fuentes, en total 34, constituyeron
los recursos documentales para analizar
el tópico en cuestión, utilizando chas de
trabajo para organizar sistemáticamente toda
la información extraída, lo que proporcionó
el respaldo necesario para cada uno de los
planteamientos realizados.
Además de la revisión bibliográca, la
investigación también empleó la técnica de
extracción de información, mediante la cual se
detectó y organizó los datos encontrados que
sirvieron para fundamentar adecuadamente el
tema tratado.
Desarrollo
Acerca de la violencia: denición, modali-
dades, causas y consecuencias generales
La violencia es un estado fugaz de
descomposición social, de acuerdo con Jara
(2011), esta obedece a los trastornos de la
personalidad de los individuos, y precisan de
un análisis detallado, incluyendo el examen
de la impulsividad, la regulación emocional y
el narcisismo, como amenazas a sí mismo a la
sociedad en general.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS , 2010) estima que la violencia es el
uso intencional de la fuerza física, o el poder
real o como amenaza contra uno mismo, una
persona, grupo o comunidad que puede resultar
daño mental, lesiones, muerte, privación o mal
desarrollo. De manera que, se podría denir
este mal como una forma de actuar ancestral
y bestial, donde la civilidad no ha sido
suciente para erradicarla (Armenta, 2021),
pero sí mutarla. De modo que, la violencia ha
pasado a ser considerada una enfermedad del
comportamiento psicológico y psiquiátrico.
Las situaciones violentas se generan
a causa de una combinación de distintas
formas de actuación del delincuente, como
la de las pandillas, que es mayoritariamente
física y psicológica, instrumentada con nes
económicos y sociales, especialmente dentro
del contexto urbano. Otra modalidad de
violencia es la doméstica, que se maniesta
también contra integrantes de la propia familia
del transgresor (Gómez y Bobadilla, 2015;
Rodríguez et al., 2021), a veces en procura de
obtener el control de los recursos económicos
del hogar o ejercer inuencia sobre la mujer.
Pero ambas formas frecuentemente tienen
un componente emocional; es decir, el hacer
daño, que, a su vez, retroalimenta la conducta
del transgresor, si ella es exitosa.
La concepción del término violencia va
más allá de las transiciones políticas entre
regímenes autoritarios y democráticos,
tratándose de procesos inestables y
ambivalentes que transforman las dinámicas de
convivencia social. Se toma en consideración
que esta se maniesta en múltiples contextos
históricos de la región y que constelaciones y
fuerzas del pasado se hacen presentes en ellos,
manteniendo, sin que esto excluya factores
detonadores novedosos y externos.
Además, las transiciones están sujetas a
las circunstancias presentes con impactos a
futuro, causando estallidos de violencia que
requieren conducirlos a regulaciones que en
lo posible prescinda el uso de las armas. Se
observa que estos cambios se anuncian y se
visten de incertidumbre, ya que desafían los
conocimientos y las experiencias adquiridas
en el pasado. Al mismo tiempo, surgen en
estas dinámicas, acciones que permiten
intervenciones para incrementar los procesos
de paz o debilitar los que dan espacio a la
violencia. (Centro María Sibylla Merian
de Estudios Latinoamericanos Avanzados
[CALAS], 2021)
Adicionalmente, las distintas
manifestaciones de violencia muestran
profundas interrelaciones causales. Por
ejemplo, Flores (2020) reere que hay
evidencias de la inuencia determinante de
la violencia doméstica sufrida o presenciada
por niños sobre el desarrollo de conductas
violentas diversas que propician los adultos.
Una de las expresiones más letales de la
violencia es la guerra, que arrasa con la riqueza
material y el patrimonio, afectando al capital
cultural, al desarrollo de las sociedades y su
identidad, interrumpiendo la transmisión de
experiencias, aptitudes y conocimientos entre
las generaciones; coartando la posibilidad
de crear una fuente de inspiración para la
creatividad y la innovación como vías que
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Alcívar et al., 2024
contribuyan a generar los productos culturales
contemporáneos y futuros según señala la
Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO,
2021).
(Morales, 2018 ; López, 2020) mencionan
que la violencia es un fenómeno complejo,
multidimensional que obedece a factores
psicológicos, biológicos, económicos,
sociales y culturales, que acompañan
al comportamiento violento cruzando
constantemente las fronteras entre individuos,
la familia, y en general a la sociedad, aportando
desde la óptica de la multidimensionalidad los
distintos tipos de expresiones violentas y las
víctimas de esta. (Tabla 1).
La literatura revisada pone en evidencia
que hay varias modalidades de violencia
(Laboy et al., 2021), esta puede ser física,
psicológica, sexual, económica y social, pero
además se habla de violencia digital, que se
presenta en diferentes escenarios compartidos
por grupos o individuos caracterizados por el
anonimato y ansias de compartir información,
caracterizándose por la comunicación en
masa, en donde hay cabida para causar daños
y estafar a personas que practican la actividad
turística en distintas modalidades. Visto así, es
necesario que en el manejo de Internet y otras
futuras tecnologías se trabaje en el aspecto
legal, creando leyes que provean seguridad y
un marco ético dirigido al usuario y proveedor
de las mismas, de manera que se pueda evitar
que sean violentados los derechos humanos.
Actualmente otro ejemplo de violencia es
la guerra entre Rusia y Ucrania, que en general
causa violencia, muerte, pobreza y hambre
para todos los involucrados, como también un
impacto mental en la salud de la población más
directamente afectada (Lozano-Vargas, 2022),
llevándose por delante el esfuerzo de muchos
años de trabajo empleado por el hombre para
la construcción de obras de interés colectivo,
como carreteras, puentes, edicios y más, sin
dejar de un lado el panorama crítico que esta
conagración impone en muchas ciudades
que durante este evento han tenido que cerrar
sus puertas al turista por asuntos de seguridad.
Tabla 1. Aspectos inherentes a las manifestaciones de violencia que afectan el normal
desenvolvimiento en las ciudades
Aspectos de la violencia Tipos de violencia
Víctimas de la violencia
Niños y mujeres
Ancianos y jóvenes
excluidos
Agentes violentos
Pandillas y bandas criminales
Policía y autoridades militares
Muchedumbres (protestas y ajusticiamientos)
Movimientos políticos
Movimientos etno-religiosos
Naturaleza de la violencia
Física (golpes, cortaduras, etc).
Psicológica (insulto, amenazas, gritos).
Sexual (actividades sexuales
forzadas).
Escenarios de violencia Urbano y rural
Fuente: elaboración propia a partir del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2000)
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Algunas consideraciones acerca del impacto de la violencia social en áreas urbanas con actividad turística
Respecto a ello, la ONU ha emitido un
informe donde revela cómo la guerra entre
estos países tiene sus impactos globales en
la alimentación, la energía y las nanzas y
están afectando de manera desproporcionada
a mujeres y niños, tanto en esas naciones
como en el mundo (Organización de Naciones
Unidas, 2022).
Todo lo anterior, sugiere que el tiempo y las
épocas ejercen inuencia en la transformación
de las apreciaciones acerca de la paz y la
violencia., así es que las determinaciones
y leyes también deben evolucionar, con
la creación de nuevas reformas políticas
sociales, ambientales, económicas, militares
y culturales, que en conjunto tengan la
capacidad de contribuir con el desarrollo de
las sociedades, y en particular con el normal
desenvolvimiento de las grandes ciudades;
sin dejar de un lado que la seguridad es
condición necesaria para el crecimiento social
en los diferentes sectores de la economía, y
obviamente en el turismo.
En concordancia con ello, Quintero (2020)
señala que la seguridad constituye un tema
prioritario para la ciudadanía; y es asunto
que compete al estado en conjunto con la
sociedad, y es en esta última donde conuyen
y se vinculan instituciones, organizaciones
públicas y privadas, quienes en cooperación
deben desarrollar un proceso de gestación y
elaboración de políticas públicas de seguridad
ciudadana.
Efectos de la violencia sobre el sector
turismo
El asunto de la violencia afecta sobremanera
al turismo y a toda seguridad humana, que
desde la óptica de Muñoz-Tejada (2018) es
la protección del núcleo central de la vida del
hombre contra riesgos graves y previsibles,
de una forma congruente con su realización a
largo plazo.
En ese sentido, dentro de las regulaciones
de la Organización Mundial del Turismo
(OMT, 2017) queda establecido también
como violencia todo hecho o acción que limite
forzosamente los objetivos fundamentales
del turismo, de allí que se insista en la
transformación de la sociedad como estrategia
para consolidar los destinos turísticos desde
un nuevo paradigma que ofrezca seguridad
integral al visitante (UNESCO, 2011). Pues si
en vez de seguridad lo que hay es violencia,
queda claro que el turista se atemoriza y
después se ahuyenta de las ciudades violentas,
cerrándose así la fuente de ingresos y la
generación de nuevas plazas de trabajo.
Ante aquel contexto, valdría preguntarse
si en las sociedades radicales puede convivir
el turismo como una expresión de armonía y
seguridad, porque hay países violentos con
culturas extrañas para occidente que alientan
la curiosidad y la atracción, pero estos
garantizan la seguridad del visitante en las
ciudades. Es así como se observan naciones
con culturas que marcan en la población
una actuación muy estricta y apegada a la
ley, entre ellos, los del medio oriente, donde
han potencializado al turismo como una
vía de generación económica adicional, y
advierten a los visitantes de cuáles son los
comportamientos intolerables, pero a la vez
crean espacios apropiados en los que el turista
pueda expresar su comportamiento bajo
control y mensura, con seguridad garantizada
por los comités que cuentan con el respaldo de
las fuerzas del estado .
Por ejemplo, Qatar, organizador del último
campeonato mundial de futbol implementó
un sistema de seguridad en sus estadios
(Abu-Tarbush, 2022), donde incluso en los
encuentros futbolísticos detectaba los gritos
de fanáticos que emitían frases lesivas. Sin
embargo, este país, a pesar de su seguridad, fue
observado por la prensa internacional a través
de una serie de comentarios condenatorios
de su rigidez cultural y el poco espacio
que brindaban a la libertad desde la óptica
occidental, asunto que motivó una explicación
de los organizadores sobre la manera en la que
debe comportarse un invitado.
No obstante, se podría pensar que todo el
gasto invertido por Qatar en la organización
del compromiso no fue exclusivamente en
honor al futbol, Babini et al. (2022) señalan
que también se consideró para fortalecer aún
más su economía.
En términos generales, la violencia
en destinos turísticos tiene un impacto
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Alcívar et al., 2024
signicativo en la industria del turismo y en
las comunidades locales. Uno de los efectos
más inmediatos es la disminución de la
auencia de turistas debido a la percepción
de inseguridad. Los viajeros buscan destinos
seguros y, cuando la violencia se vuelve un
problema, muchos optan por cancelar sus
planes de viaje o elegir otros lugares para
vacacionar. Esta reducción en el turismo
afecta directamente a los ingresos de los
negocios locales, la generación de empleo y el
desarrollo económico.
Además, la violencia puede dañar la
imagen y la reputación del destino. Los
incidentes violentos a menudo reciben una
amplia cobertura mediática, lo que puede
crear una percepción negativa y duradera
del lugar, incluso si la situación se resuelve a
corto plazo. Esto puede afectar la conanza de
los viajeros respecto al destino, dicultando
su recuperación incluso después que los
episodios violentos hayan disminuido.
Asimismo, la violencia puede desalentar
la inversión en el sector turístico y en la
infraestructura local. Las empresas y los
inversionistas pueden ser reacios a invertir
en áreas con altos niveles de conictividad
social, lo que limita el crecimiento económico
y la creación de empleo en esos lugares.
Otro efecto sería el impacto en las
comunidades locales. La violencia puede
causar un aumento en la tasa de desempleo,
la desigualdad social y la pobreza, y afectar
negativamente la calidad de vida de los
residentes. Pero también, puede generar un
clima de miedo y desconanza en la sociedad,
lo que afecta las relaciones sociales y la
cohesión comunitaria.
En síntesis, la violencia en destinos
turísticos tiene efectos devastadores que van
más allá de lo económico. En tal sentido, para
proteger el turismo y el bienestar es esencial
abordar ecazmente las causas subyacentes de
la misma, e implementar medidas de seguridad
adecuadas que conlleven al fomento de la paz
y respeto en estos destinos.
La viabilidad de la erradicación de la
violencia
Desde el escenario descrito en apartados
anteriores se hace una reexión en torno
posibilidad de erradicar totalmente el problema
de la violencia, ante ello, la conclusión es
positiva, aunque hay que considerar que los
grupos violentos y delincuenciales también
han venido por generaciones estructurándose
y fortaleciéndose, pues siempre han existido,
y la manera en que ellos visionan su
comportamiento lo encasillan dentro de los
parámetros de la normalidad, pero adicionando
a su actuar prácticas terroristas; afectando la
tranquilidad del ciudadano, al desarrollo del
turismo, y al propio estado (Brandoli, 2021).
Con respecto a este tema Hogg y Vaughan
(2010) sostienen que el comportamiento
delictivo suele cometerse muy en público,
porque el propósito que persiguen sus actores
es la validación de la identidad con el acto
violento para desestabilizar. Por tanto, no
deja de ser cierto el estado de fracaso en el
que en determinados momentos hay caído
grandes empresas, sobre todo aquellas que se
emplazan en ciudades reconocidas desde el
punto de vista turístico.
Situaciones similares a la descrita, también
han llevado a países al borde del caos, por causa
de la delincuencia y violencia organizada, y en
ciertos casos, como herencia de los conictos
armados que aún se maniestan en regiones
de centro y Sudamérica.
Muestra de lo descrito es la República
de El Salvador, que fue una de las naciones
más violentas del continente (Ferrari y Prías,
2022), y es ahora un referente en materia de
seguridad, logrando reducir últimamente la
tasa de homicidios con la implementación de
un plan por parte del estado, pero, además,
creando condiciones para el repunte de la
actividad turística.
Los resultados obtenidos con las medidas
aplicadas son aplaudidos por la mayoría de los
ciudadanos de ese país y del mundo, aunque
tienen claro que el terror y la violencia, si no
se atienden oportunamente, no se rinden ni
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Algunas consideraciones acerca del impacto de la violencia social en áreas urbanas con actividad turística
se extinguen, sólo se pausan para retornar,
posiblemente con nuevas ínfulas, quizás esa
es la causa por la cual el actual mandatario de
aquel estado insiste sus esfuerzos en atacar
este problema.
Entre aquellos resultados, al cierre del
primer semestre del 2022 están: la recuperación
de los empleos con un incremento de 8.7 %,
apoyado por el sector privado, el empleo
formal registró 915,096 trabajadores con la
perspectiva de un incremento de 97,000 plazas
adicionales; y para proteger la capacidad
adquisitiva y combatir la inación se
incrementó el 20% adicional al salario básico;
el crecimiento económico se sitio en el 10.3%
interanual, en comparación con el 2021.
Mientras que en materia de turismo lograron
un incremento del 30%, e implementaron la
Ley Bitcoin para diluir la presión de sujetarse
a un solo tipo de cambio. (Gobierno de El
Salvador, 2022).
Además de lo anterior, El Salvador superó
la barrera de los $500 millones en ingresos
por comercio de exportación, llegando a
los $710.2 millones en un sólo mes (marzo
2022), logrando acumular más de $2,400
millones al quinto mes del año. La inversión
privada llegó a $5,291.45, y contó con el
apoyo de la comunidad de salvadoreños en el
exterior, quien aportó $303.7 millones para
implementar 116 proyectos de desarrollo
(Gobierno de El Salvador, 2022).
Discusión
A modo de discusión, cabe señalar que,
a través de la metodología aplicada, se
obtuvo una amplia variedad de información
que proporciona una visión integral de
cómo la violencia social afecta a las
comunidades urbanas. Así, una de las
principales conclusiones que emergen de esta
investigación es que esta tiene un impacto
signicativo en múltiples aspectos de la vida
cotadina.
Los resultados revelan que la violencia
contribuye a un clima de inseguridad que
afecta la calidad de vida de los ciudadanos,
disminuye la conanza en las instituciones
y fomenta el aislamiento y la segregación
entre comunidades. Igualmente, se evidencia
que la violencia, tal como reseña Palacio
(2013), tiene efectos negativos en la salud
mental y emocional de los residentes urbanos,
generando altos niveles de estrés, ansiedad y
depresión.
En el mismo orden de ideas, el estudio
permite corroborar que la violencia social
impacta directamente en la economía de
los centros urbanos. Esta puede desalentar
la inversión y el desarrollo de negocios,
afectando negativamente el crecimiento
económico local. Además, los costos
asociados a la atención médica y los sistemas
de justicia aumentan signicativamente por
este fenómeno, lo que crea una carga adicional
para las nanzas públicas.
Al confrontar estos resultados con otras
investigaciones, se observa que existen
patrones consistentes en cuanto a los efectos de
la violencia social en áreas urbanas. Diversos
estudios realizados en diferentes contextos
geográcos y culturales (Fernández, 2020;
Barrera-Herrera et al., 2022) coinciden en
que la violencia tiene un impacto devastador
en la convivencia de las personas en entornos
urbanos.
Por otro lado, se identican algunas
divergencias en cuanto a las estrategias de
prevención y mitigación de la violencia.
Algunas investigaciones como la de
Aguirre y Burneo (2019) sugieren que las
políticas centradas en la promoción de la
cultura pacíca y la participación ciudadana
activa pueden ser efectivas para reducir los
índices de violencia social. Sin embargo,
otras investigaciones como la de Martínez-
Hernández (2021) resaltan la importancia de
abordar las causas estructurales de la violencia,
como la desigualdad socioeconómica y la
falta de oportunidades para los jóvenes, como
medio para enfrentar este problema de manera
integral.
Adicionalmente, es relevante mencionar
que varios estudios de Aprile (2020) destacan
el valor de asumir la violencia de género y
la violencia intrafamiliar como componentes
fundamentales de la violencia social en las
ciudades. La intersección de estas formas de
violencia puede tener efectos multiplicadores
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Alcívar et al., 2024
en los índices de violencia en la comunidad.
En el caso de la violencia social en áreas
urbanas con actividad turística, el trabajo
arroja una perspectiva esclarecedora sobre este
fenómeno, al cual, sin duda, desde el punto
de vista de los autores, se asocia un clima de
inseguridad que inuye negativamente en el
desarrollo socioeconómico de los centros
urbanos. Además, esa situación disminuye
la conanza que los ciudadanos tienen en las
instituciones, lo cual contribuye al aislamiento
entre comunidades.
Los autores de este documento enfatizan
que la violencia social impacta directamente
en la economía de las áreas urbanas turísticas.
En particular, se produce una falta de incentivo
a la inversión y la creación de empleo.
La comparación de los resultados de este
trabajo con otras investigaciones, de acuerdo
con el criterio de los autores, revela patrones
consistentes en los efectos de la violencia
social en áreas urbanas, pues diversos estudios
en diferentes contextos coinciden en que la
violencia tiene un impacto perjudicial en la
cotidianidad de las personas que residen en
las ciudades que funcionan como destinos
turísticos.
Aunque los autores de este documento
también coinciden en su postura con
otros investigadores que plantean que las
estrategias preventivas de hechos violentos se
deben centrar en políticas de fortalecimiento
del tejido social y promover la cultura de la
confraternidad.
En concreto, los resultados del presente
trabajo ponen en evidencia que la violencia
social tiene efectos negativos muy marcados
en áreas urbanas, afectando en la seguridad, la
salud, la economía y la cohesión social de las
comunidades. Al confrontar estos hallazgos
entre las investigaciones citadas, se conrma
que la violencia social es un fenómeno
complejo y multifacético que requiere de
enfoques integrales y coordinados para su
prevención y solución. Es fundamental que
los gobiernos, las organizaciones y la sociedad
en su conjunto trabajen de manera conjunta
para abordar las causas fundamentales de la
violencia social y promover la construcción
de comunidades más seguras y resilientes.
Conclusiones
Esta investigación sobre el impacto de
la violencia social en áreas urbanas ha
demostrado que este fenómeno constituye un
desafío signicativo para las comunidades
que hacen vida en los centros urbanos más
poblados.
Los hallazgos ponen a la luz que la violencia
social afecta negativamente la seguridad, la
salud mental y emocional, pero también a la
economía local y la cohesión social de los
individuos.
A través de la revisión de diversas
publicaciones cientícas, se ha conrmado que
la violencia social es un problema complejo
y multifacético que no solo requiere de
medidas punitivas, sino también de enfoques
integrales que aborden las causas subyacentes,
como la desigualdad socioeconómica y la
exclusión social. En este sentido, se destaca
la importancia de políticas y programas
que promuevan el fortalecimiento social,
la participación ciudadana y la cultura de
confraternidad.
También resulta evidente la necesidad de
abordar la violencia de género y la violencia
intrafamiliar como elementos clave para
gestionar la violencia social en su conjunto.
Para crear comunidades más seguras y
resilientes, es esencial la colaboración y el
compromiso de todos los actores sociales,
desde los gobiernos hasta la sociedad.
Por último, la violencia en destinos turísticos
ejerce un impacto perjudicial en la industria
y las comunidades locales. La disminución
del turismo, la afectación a la reputación del
destino y las consecuencias socioeconómicas
resaltan la urgencia de implementar medidas
efectivas para prevenir y mitigar este mal.
Priorizar la seguridad, promover la cohesión
social y fortalecer la infraestructura turística
son elementos necesarios para garantizar un
desarrollo turístico sostenible para todos los
actores involucrados.
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Algunas consideraciones acerca del impacto de la violencia social en áreas urbanas con actividad turística
Referencias bibliográcas
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Golfo, Península, Barcelona. Revista de
Estudios Internacionales Mediterráneos,
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