Revista Ciencias Sociales y Económicas - UTEQ (2020)

ISSN 2588-0586 IMPRESO; ISSN 2588-0594 ELECTRÓNICO

Volumen 4, Número 1. Semestral (enero-junio)

Competencias para la Mediación: Una Mirada Desde la Orientación Educativa del

Psicopedagogo

Competencies for Mediation: A View From the Educational Orientation of the

Counselor

*María Margarita Santiesteban Labañino¹, Magaly Aldana Sánchez¹

¹Universidad de Oriente *maldasan@uo.edu.cu

Fecha de recepción: 8/12/2019

Fecha de aceptación: 22/06/209

Publicado: 30/06/2020

Resumen

En el presente trabajo revisa el problema de la violencia en las escuelas, en donde desde hace tiempo se ha detectado que los alumnos, entre ellos niños y adolescentes, han sufrido hechos violentos en sus lugares de estudio. Este tema involucra no solo a los educandos sino a los directivos y docentes de los centros educativos. Utilizar una forma de expresarse apropiada para determinar lo que pasa en los centros escolares de una manera exacta es el primer paso para identificar y acotar la realidad. Es necesario por tanto analizar la situación para proponer posibles soluciones. La labor del psicopedagogo es importante como parte de la solución, de ahí que el objetivo de esta investigación es revisar posiciones teóricas sobre las orientaciones y competencias que deberían tener los futuros psicopedagogos para mediar en el manejo de conflictos escolares. Se utilizan como método el análisis y la síntesis, el sistémico estructural, la observación, la encuesta y la entrevista.

Palabras claves: Competencia, Orientación, conflictos, mediación, valores, fenómeno

global.

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Summary

This paper reviews the problem of violence in schools, where it has long been detected that students, including children and adolescents, have suffered violent acts in their places of study. This topic involves not only the students but also the directors and teachers of the educational centers. Use an appropriate way of expressing yourself to determine what is happening in schools in an exact way is the first step to identify and limit reality. It is therefore necessary to analyze the situation to propose possible solutions. The work of the psycho-pedagogue is important as part of the solution, hence the objective of this research is to review theoretical positions on the orientations and competences that future psycho- pedagogues should have to mediate in the management of school conflicts. Analysis and synthesis, structural systemic, observation, survey and interview are used as method.

Key words: Capability, orientation, conflicts, mediation, values, global phenomenon.

Introducción

La competencia profesional es el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan el ejercicio de la actividad profesional conforme a las exigencias de la producción y el empleo, consigue la mejora de dicho ejercicio profesional y obtiene como resultado un aumento en la calidad del desempeño profesional en líneas generales1. En este concepto podemos resaltar la visión de conjunto de los conocimientos, habilidades y actitudes, mostrando una interdependencia, combinación de ellos, y no como características aisladas.

1Cejas Yanes E. Los fundamentos del diseño curricular por competencias laborales [monografía en Internet]. [citado 20 Feb 2007]. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos25/fundamentos- competencias/fundamentos-competencias2.shtml.

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Las competencias tienen que ser integradoras de conocimientos, habilidades, actitudes y capacidades, tienen que ser competencias para formar al hombre para la vida, no competencias para formarlos para un puesto de trabajo. No formar un graduado trabajador desechable, que una vez concluido su ciclo productivo planificado quede desamparado en el mundo del trabajo. No formar máquinas sino hombres para la vida. Este investigador plantea que cualquier definición de competencias debe contener los siguientes elementos: sistema de conocimientos, habilidades, actitudes, aptitudes, motivaciones, que posee el individuo en la aplicación de su trabajo, resultando evidente un desempeño eficiente2.

Para González Maura, la competencia profesional es una configuración psicológica compleja que integra en su estructura y funcionamiento formaciones motivacionales, cognitivas y recursos personológicos que se manifiestan en la calidad de la actuación profesional del sujeto, y que garantiza un desempeño profesional responsable y eficiente.3 La sociedad espera que los conocimientos obtenidos en las aulas puedan ser utilizados para resolver situaciones de las prácticas profesionales concretas. La necesidad de responder más adecuadamente al cambio social y tecnológico, como también a la organización del trabajo para adaptarse al cambio, por la casi extinción del ejercicio profesional individual, hace que la educación superior adopte el enfoque de competencias.4 El objetivo de la educación no es sólo proporcionar información, sino también transmitir valores que

2Íbidem

3González Maura V. ¿Qué significa ser un profesional competente? Reflexiones desde una perspectiva

psicológica. Disponible en: http://www.rieoei.org/deloslectores/Maura.PDF

4Segredo Pérez A. Diseño curricular por competencias. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos16/diseno-curricular-competencias/diseno-curricular - competencias.shtml

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contribuyan a la formación de la personalidad de los jóvenes y al establecimiento de patrones para sus relaciones con los otros.

En este sentido, una iniciativa tan interesante como imaginativa es el Programa de Mediación Escolar, a través del cual los mismos estudiantes resuelven sus conflictos con la intervención de alumnos mediadores, aprendiendo a ponerse en el lugar del otro, a escuchar los argumentos ajenos, a ponderarlos y reconocer su valía.

De esta forma se trata de promover la importancia del diálogo, de la valoración de los argumentos ajenos y de la búsqueda de consenso.

Indudablemente, esta experiencia puede contribuir a que la interacción escolar sea más pacífica y razonable y a que, en general, los estudiantes trasladen estos criterios a otras esferas.

Que la escuela se constituya en un campo de aprendizaje para la convivencia y el diálogo, del ejercicio de la libertad con responsabilidad y respeto de los derechos del otro es especialmente oportuno en tiempos de erosión de los lazos que unen a la sociedad.

Para la vida comunitaria es importante, ya que puede contribuir a la formación de ciudadanos comprometidos y respetuosos, capaces de innovar para la mejora de la vida colectiva.

La experiencia educativa es uno de los primeros escalones de construcción del sistema institucional.

En este sentido, los sistemas que promueven la responsabilidad y la participación de los estudiantes constituyen también un aporte al enriquecimiento y fortalecimiento del sistema democrático.

Desarrollo

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La calidad de la vida y la aspiración a su mejora debería ser interpretada como un proceso en el que, aunque haya factores difíciles de modificar, existen otros a los que sí podemos acceder. Afortunadamente, ni la cultura ni la sociedad son realidades

fijas; son, por el contrario, realidades en continuo cambio, a las cuales el individuo debería sentir que tiene libre acceso, es decir, debería sentir que puede ir cambiando con su esfuerzo individual y colectivo.

Es importante este punto porque cuando hablamos de mejora de la calidad de vida a través de la educación en su sentido más amplio, conviene saber que al mismo tiempo estamos intentando progresar en libertad y autonomía y que, aunque no todo depende directamente de nuestros esfuerzos, una parte sustantiva es posible cambiar.

Así pues, aunque no todo pueda controlarse, algunos de los factores que importan son, si no controlables, sí modificables. Tal es el caso, del importante factor humano presente en todos los sistemas de vida.

Amenazas, agresiones, amedrentamiento han vuelto a despertar la inquietud de la opinión pública sobre el tema de la violencia en las aulas.

Se habla en los medios de comunicación de un "clima de inseguridad" en la escuela. Quizás sea importante detenerse sobre el significado de esas agresiones, de ese

miedo, sus límites, el contexto en que se dan. Quizás sea importante saber qué quiere decirnos esa violencia que nadie desea y que a nadie le sirve. De entre los lugares de convivencia social las instituciones escolares siguen siendo uno de los más seguros, eso no quiere decir que la violencia sea un accidente aislado, como tampoco se puede hablar de un clima generalizado de miedo.

La verdad, como suele ocurrir, está entre los dos extremos. Los episodios de agresiones expresan un malestar en el corazón de la comunidad educativa que busca hablar de un modo directo y sin rodeos.

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¿De dónde viene esa violencia? Por más alto que sean sus muros, la violencia de las calles, casas, de los diarios y televisores, termina por traspasar los patios y las salas de clases de las instituciones escolares. Esta agresividad latente no es ni nueva, ni aislada, sino que es parte de la estructura de la convivencia social.

Las experiencias de algunos países, enseña que el miedo no nace en el aula, sino que entra en ella. No detectarlo a tiempo, no construir desde las instituciones educativas respuestas convincentes para todos los miembros de ella, es dejarle al miedo un espacio que no dudará en tomarse.

Para comprender la amplitud del fenómeno y no dar aisladas respuestas que terminan por contradecirse, hay que entender que en cada una de las escuelas conviven profesores, alumnos, padres y comunidad.

La escuela es lugar de comunicación de experiencias donde la sociedad puede verse a sí misma, como el individuo puede en su subconsciente comprender lo que su conciencia apenas puede formular.

Por ello, la primera respuesta al miedo en el aula es que la dirección de cada institución escolar, conjuntamente con el psicopedagogo se unan, discutan, evalúen, y busquen en conjunto vías de solución. Se trata de abrir la escuela a todos los que actúan en ella, conscientes de que la violencia escolar es un problema que debemos abordar a tiempo y teniendo en cuenta:

1- La familia está primero. La principal respuesta a la violencia escolar está en los padres. Es evidente que los adultos no enseñan a los niños/ñas y jóvenes a resolver sus conflictos pacíficamente. La violencia que entra en las aulas generalmente tiene sus raíces en el hogar. Es cosa de ver algunas reveladoras, aunque escalofriantes cifras:

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Uno de cada cuatro hogares sufre de la violencia intrafamiliar.

Un alto porcentaje de los niños reconocen haber sido objeto de maltrato por parte de sus padres o familiares más cercanos.

Por ello uno de los objetivos sería crear una nueva relación más cercana entre el entorno escolar con esas familias. Esta nueva relación entre padres y escuela es uno de los ejes fundamentales para el cambio.

2- Trabajando en un nuevo currículum que integra al alumno y se adapta al mundo en que vive. El qué aprenden y el cómo aprenden los niños/ñas tiene efecto sobre el conocimiento y los valores, base de la convivencia. Al sentir los alumnos que lo que aprende les es útil en su vida diaria, al poder ellos mismos tomar las riendas de su aprendizaje y no ser sujetos pasivos de largas lecciones que consideran inútiles, mucho de los motivos de resistencia contra la autoridad escolar disminuirán. Una educación pertinente a los desafíos de hoy con profesores formados para estos desafíos le devuelve a la escuela su rol formador. En ese nuevo currículum son los propios alumnos los que adquieren conciencia de la importancia del aprendizaje.

3.- Se promueve la apertura de más espacios de expresión de la cultura y ocupación del tiempo libre. Las actividades extraescolares, culturales, deportivas, recreativas hacia la comunidad, se convierten en punto de encuentro entre la escuela y la comunidad. En conjunto toman conciencia de su rol y son capaces de dar soluciones a los problemas.

4.- Se privilegia la mediación escolar como forma de resolver los conflictos. Para ello deben desarrollarse programas, en especial orientados al entorno escolar que contribuyan a apoyar a los profesores, padres y alumnos a fortalecer la convivencia interna y la formación en resolución pacífica de los conflictos.

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La apuesta final es plantear nuevos contenidos y objetivos de aprendizaje y nuevas maneras de enseñar, en resumen un cambio esencial en la cultura escolar en que la violencia no tiene cabida.

En esa nueva cultura el profesor será crecientemente un guía de sus alumnos. Ahí la dimensión afectiva jugará un papel fundamental para la formación de personas libres, responsables, creativas y capaces de convivir. Porque al final, vivir es convivir y aprender a mejorar esa convivencia.

Hoy se tiene la oportunidad única de hacer cambios esenciales en la escuela, para convertir la energía agresiva en energía creativa. La tarea del futuro psicopedagogo es hacer de ese milagro una experiencia cotidiana.

Conclusiones

La relación individuo y sociedad constituye una relación compleja y dialéctica en la cual operan factores o instancias intermedias a través de las cuales ella se mediatiza y vehiculiza. El análisis de tales instancias mediadoras resulta esencial dada la básica condición social e histórica- cultural del Hombre, por lo cual son ellas, esas dimensiones contextuales, las que otorgan sentido a la conducta y roles individuales, de modo que su conocimiento constituye un paso imprescindible para comprender la personalidad y las conductas individuales. En el ámbito educativo, esto que para entender y explicar los roles y conductas de profesores y alumnos, la especial relación entre ellos, y los procesos de enseñanza- aprendizaje resulta necesario conocer la situación real y concreta en la cual tales procesos psico - sociales se dan.

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